jueves, 20 de febrero de 2014

LARA ALMARCEGUI: Viaje al Centro de la Tierra 2.0



Lucía Weinrichter Roncero.

En el frenesí de nuestro día a día, pocas veces nos paramos a pensar y a reflexionar sobre aquello que nos rodea, ese entorno con el que convivimos a diario y nos pasa desapercibido. Reflexionar conlleva profundizar y a veces profundizar no significa mirar hacia dentro, sino mirar hacia abajo. ¿Alguna vez te has preguntado que hay debajo del suelo que diariamente pisas? Existe la posibilidad de que debajo encontremos la isla mítica hundida que describe Platón en sus diálogos, que conocemos como la Atlántida. O que debajo de la ciudad encontremos otra ciudad, como en la serie de sci-fi Futurama (ambientada en el año 3000) que a través de una alcantarilla acceden a lo que hay debajo de la ciudad de Nueva York y encuentran la Vieja Nueva York, una denominación un tanto irónica. 


Partiendo de esta incógnita la artista española Lara Almarcegui (Zaragoza, 1972), como un Julio Verne posmoderno, se sumerge en este mundo bajo tierra en exhibiciones como “Madrid Subterraneo” (2012) o “Por debajo (Underneath)” que inaugura el 5 de febrero en la Galería Parra & Romero. Desgraciadamente, bajo el suelo, Almarcegui solo ha encontrado rocas, más rocas y algún bunker perdido de la guerra civil. “Por debajo” es la primera exposición individual de la artista y el primer proyecto que presenta después de su célebre participación en el Pabellón de España en la Bienal de Venecia de 2013. 


“Por debajo” se compone de dos obras; Casa Enterrada y Rocas de la Isla de Spistbergen. Casa Enterrada es una obra producida para el Nasher Sculpture Center, de Dallas (2013). Se trata de una videoinstalación que documenta el proceso de demolición de una casa y su posterior enterramiento. El antecedente directo de esta obra es Leñera Parcialmente Enterrada de Robert Smithson realizada en 1970. Es una obra de carácter procesual, ya que el interés reside en el proceso, como pasamos de tener una casa donde hay humanidad a la nada, el vacio o la muerte. En ese sentido Almarcegui entiende el urbanismo como el relato de la historia de una ciudad “Me gusta la narración que genera la obra: un vecino le cuenta a otro que ahí hay una casa enterrada, muchos no se lo creerán y acabará siendo casi un mito”. Almarcegui hace hincapié en el estado actual y el estado posterior de los elementos que conforman la ciudad. Le interesa el espacio que va a sufrir una modificación radical por mano del hombre. 


Si la obra anterior trabajaba con escombros en Rocas de la Isla de Spitsbergen, trabaja con la idea de los materiales. Es una obra que sigue las premisas del Land Art ya que recoge la idea de trabajar con los materiales de la naturaleza como materia prima para la creación artística y dota a sus obras de un mensaje de denuncia ecologista. En Rocas de la Isla de Spitsbergen reúne todas las rocas que forman una pequeña Isla de Oslo que se encuentra en peligro ante los planes existentes de iniciar una explotación minera. La mejor manera de proteger algo es primero conocerlo y estudiarlo. De esta manera Almarcegui hace una lista que muestra la densidad y la dimensión total de las rocas que conforman la Isla.  Se trata de una importante labor para la cual ha contado con la ayuda de geólogos y otros profesionales del medio, más cercanos al mundo de la ciencia que al mundo del arte, ya que para Almarcegui trabajo e investigación están unidos. El resultado final es la lista de rocas y minerales trasladada en tamaño monumental a la pared de la galería. Muchas de las rocas que Almarcegui documenta en esta obra todavía no se han estudiado o se presentan como algo desconocido para los científicos. En ese sentido, Almarcegui muestra  ese territorio desconocido de nuestra historia y ese pasado por descubrir que permanece a nuestros pies y ofrece todavía, muchas posibilidades por descubrir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario