martes, 18 de febrero de 2014

"Como la zanahoria que se pone delante del caballo para que se mueva"

Irene Gándara Ruiz. 

El artista Txomin Badiola nos habla en su última propuesta artística de la idea de estado lubricado que nos vende el sistema capitalista. En vez de darnos lo excepcional, Arte-Ciencia-Política, no atiborran de paliativos, Cultura-Técnica-Gestión. Que en realidad contradicen lo que se supone que representan.

Txomin en esta instalación retoma el tema de Capitalismo Anal, pero esta vez, como centro de la obra, introduciéndolo directamente en el cartel enunciativo de esta y más aún, en esta exposición teniendo en cuenta el cambio de galería y la nueva propuesta de esta al artista de usar como un soporte más la fachada para su obra.  Badiola reproduce en ella un telón de un teatro sobre el que superpone carteles llamativos en donde aparece escrito: “Capitalismo-Anal-Capitalism”.  Chocante, ya que al ver esto uno se espera antes de entrar, que dentro de la galería se va encontrar con una especie de muestra de objetos raros y escatológicos, típica de cualquier circo deambulante.  Sin embargo, al abrir la puerta chocas con la realidad y con lienzos híbridos entre escultura y pintura constructivista, que combinan una estética del expresionismo abstracto norteamericano, con un conceptualismo y con la idea de una extraña relación que existe entre el capitalismo, la religión y lo excremental para Badiola.

Badiola recita de Jean Luc Godard: “No busco comunicar algo, busco comunicar con alguien.” Y en este sentido, si se le echa un vistazo rápido y simplista a su obra, realmente no te quedas más que con objetos de acero combinados con fotografías, frases y un audio en el que sólo se escuchan voces recitar. Pero tras lo material, existe mucho más, el mensaje de un artista que tiene como objetivo el extrañar al espectador para despertar en él un nuevo conocimiento de algo ya conocido. Eso sí, él insiste en que las obras no son una materialización de la respuesta a las cuestiones que expone, si no, una nebulosa en la que en realidad es el propio espectador el que decide el significado.


Retomando el tema de la visión escatológica del capitalismo y su relación con el arte actual, para Txomin es una farsa, un entretenimiento de masas y juguete de consumo para las clases adineradas, en donde el valor es proporcional en la medida del ascenso de este dentro de la cadena de consumo. De esto, el título que he escogido, parafraseando a Txomin: “Como la zanahoria que se pone delante del caballo para que se mueva”, es decir, el arte de consumo como participe de este proceso de defecación de la sociedad.  

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