jueves, 13 de febrero de 2014

El arte de lo “escatológico”


           Violeta Herranz Martínez

Querer comparar el capitalismo con algo tan escatológico como lo anal, cuando es el dogma o religión que siguen la gran mayoría sin apenas darse cuenta de ello, es como tomar el acto natural de acudir al retrete como necesidad humana a la que estamos tan acostumbrados, que ni siquiera le prestamos demasiada atención. Además de ser un tema del que la gente, en su día a día procura no hablar, por vergüenza o por asco. 
Esta es la llamada de atención que lleva a cabo Txomin Bandiola en la galería Moises Perez de Albeniz, bajo el título “Capitalismo Anal”. Dicho enunciado de la muestra puede hacernos pensar en que dentro de la sala nos vamos a encontrar una critica gráfica hacia el capitalismo que rige nuestros días, de la manera más insultante posible. Pero nada más lejos de la realidad, el artista ha realizado sus obras combinando diferentes elementos que actúan igualmente como denuncia, pero de una manera mas sutil.
Txomin Bandiola, perteneciente a lo que ya se ha considerado la Nueva Escultura Vasca, corriente que durante los años ochenta su máximo referente fue Jorge Oteiza con obras que seguían línea del constructivismo y minimalismo,  que posteriormente se dedicó a criticar los aspectos de sus trabajos anteriores, desviandose a un deconstructivismo de sus propias obras hacia la creación de piezas que combinan elementos de carácter arquitectónico, escultórico y pictórico. Artefactos que podríamos considerar híbridos y que el propio artista ha denominado como “bastardos”.
Es precisamente lo que se muestra en esta exposición, piezas que están colgadas en la pared como si de lienzos se tratase, pero que sin embargo, podríamos considerar más una escultura o proyecciones en tres dimensiones, ya que no muestran una superficie lisa, sino con relieves  que se salen de la primera dimensión. Utilizando como material predominante en todas sus obras el acero, en donde inserta impresiones y  palabras sueltas que construyen una frase con un sentido de denuncia. De la misma manera que el capitalismo ha afectado al arte, como una manera en que no es algo necesario para la subsistencia de una sociedad, y menos la actual. A no ser, que tome parte del consumo de dicho capitalismo como el lujo, el entretenimiento o del valor por lo antiguo y no por lo contemporáneo. También se pude considerar parte de la exposición el folleto-cartel, que está colocado a modo de cartel en la entrada de la galería, en donde hace una recopilación de diferentes autores hablando sobre el tema de la religión, el capitalismo y lo escatológico, como un modo de respaldar su teoría. 
Pero ya en el interior, a la obra que se le dedica mayor espacio expositivo, y por tanto, mayor importancia. Es la obra Entelequia que se nos muestra como una gran valla metálica, al mismo tiempo que se articula como una pantalla que proyecta un texto hablado. Se trata de un audio generado en uno de los ejercicios del Primer Proforma 2010 que consistió en someter consecutivamente dos textos a múltiples traducciones a diversos idiomas hasta que estuviesen totalmente corrompidos por lo que respecta a su significado original.

Pero en realidad, esta obra parlante, no solo por las grabaciones de sonido, sino también por las palabras inscritas en la propia obra. No hace fácil captar lo que el artista quiere transmitir mediante la misma, algo que produce incomprensión, y por contra, rechazo por parte del espectador. Pero esto no solo ocurre en esta pieza, sino que pasa con el resto de las obras expuestas, sin concordar con el título de la exposición.

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