Capitalismo,
Arte y Sociedad
Rebeca Gonzalo
Vivimos en
una sociedad en la que el capitalismo es algo fundamental. Las personas consumen de forma descontrolada cosas
que al poco tiempo se convertirán en basura o dejarán de ser utilizadas. En
esta sociedad capitalista, la publicidad cada vez más llamativa no hace otra
cosa que fomentar el consumo.
Txomin Badiola hace referencia a esto en su última
exposición titulada Capitalismo Anal
Capitalism. La expresión Anal
Capitalism ha sido empleada por el artista desde hace diez años en sus obras
y surge en una conversación
entre K. Silverman y H. Faroki a propósito de un film de Godard, Week-end. Dicha
expresión como bien dice el artista: “Haría referencia a un estadio del capitalismo como
lógica cultural hegemónica que liquida todo referente de valor”. Txomin Badiola
en sus trabajos de los últimos años ha puesto especial atención a la relación
entre el lenguaje ins/escrito y el hablado como lugar en el que más evidente
resulta la falacia que une la eficacia de la comunicación con el significado.
La obra de Txomin Badiola podríamos relacionarla con
dos artistas: Joseph Beuys y Jorge Oteiza. De
este último artista, Badiola está realizando desde el 2007 el "Catálogo Razonado de Escultura" por encargo de
la Fundación Museo Jorge Oteiza.
Su última exposición, está dividida en dos partes.
Por un lado un conjunto de obras compuesta por construcciones en acero, metal,
madera, pintura y textos grabados, agrupadas bajo el nombre de Capitalismo Anal; y por otro lado, una
pieza de gran tamaño con sonido titulada Entelequia.
El sonido que contiene esta obra es la repetición continuada de dos textos,
sometidos en uno de los ejercicios del proyecto
de Badiola Primer Proforma 2010 a múltiples
traducciones en varios idiomas hasta que estuvieron corrompidos con respecto a
su significado original. Posteriormente, fueron leídos por los participantes en
el ejercicio recuperando su sentido al convertirse en voz. El sonido se repite
una y otra vez formando parte de la exposición y sin dejar que el espectador
pase desapercibido.
Una de las novedades de la exposición es la
intervención de la fachada, en la cual vemos una serie de carteles naranjas
pegados con el nombre de la exposición y un texto elaborados por el propio
artista, sobre un telón de teatro de fondo y que forman parte del conjunto de
obras de arte, una manera de invitar al espectador a entrar y contemplar el
resto de obras que se encuentra en el espacio expositivo y que contienen el
mismo carácter que la obra de la fachada.
Txomin Bandiola
no intenta plasmar a través de sus obras una materialización de sus ideas, sino
que pretender comunicarse con el espectador y que él mismo interprete sus obras
a su manera. Aunque como el mismo artista reconoce “su propia
existencia testimonia que son hijas de una época como la descrita”.