jueves, 13 de marzo de 2014

Objetivo: Estado de Bienestar


Yolanda González Núñez

Desmitificada desde hace años, la actualidad político-social está siendo cuestionada y busca ser modificada no sólo en nuestro país sino a escala mundial y por motivos diversos: verdades a medias de los políticos, presión ejercida por países armados, así como discriminación y desigualdades sociales que derivan en la falta de recursos y posibilidades. Todo ello lleva a establecer una discusión en torno al poder y el principio fundamental del sistema capitalista: el Estado de Bienestar. Este concepto fue constituido en el año 1942 con el propósito de cubrir las necesidades de una población en crecimiento y mantener el consumo tras la Segunda Guerra Mundial. Esta medida fundamentada en los derechos y libertades de la población fue una estrategia con dificultades a largo plazo al destinarse, dicen, a una población excesivamente amplia. El razonamiento se basa en la incapacidad de costear los mecanismos de explotación, provocando que la riqueza se centrase cada vez en un sector más determinado y selecto. 

La reflexión más profunda y crítica sobre la economía política fue la publicada por Karl Marx en Das Kapital (1867). Este trabajo se centró en una mirada autorreflexiva para hallar conceptos ideológicos, estereotipos y prejuicios que definan la estructura del sistema y conducta social común. Marx afirmaba, que “el misterio de toda forma de valor está embutido en esta forma de valor simple. Por eso es su análisis el que presenta la verdadera dificultad”. Por tanto, viendo que en el sistema capitalista está regido por la capacidad económica de sus individuos, el dinero toma esa forma de valor simple. En tanto que simple también fundamental, ya que no sólo es un elemento de cambio sino un componente de la ideología basada en la mercancía. Dado el conflicto actual, estas reflexiones han calado en debates continuos y a través de diferentes medios, siendo el ámbito artístico uno de ellos. Actualmente el Centro de Arte Matadero Madrid expone Es Capital, trabajo de Cristina Lucas autorreflexivo y crítico sobre el consumismo, motivaciones y consecuencias. Este discurso establece cuatro sectores, siendo eje fundamental la mención a Karl Marx y un reportaje sobre la tasación de su obra. En esta acción de fijar el valor todo lo que nos rodea existe un proceso automático del que no somos conscientes: las mercancías no existen, pues todo objeto se vuelve producto en el momento que la sociedad lo demanda. Por tanto, la riqueza en bruto presente en la Cámara del Tesoro es una larga lista de sueños, deseos y planes variables según los ojos que lo vean. El tercer sector está compuesto por una serie de imágenes que captan lo que debería ser una vida relajada, cómoda y estable en lo a que al potencial económico se refiere. El factor autorreflexivo se aplica en la última parte a través de una serie de entrevistas que tratan los principales temas de preocupación de la sociedad en la que se tiene a buscar la felicidad en el consumo, como si fuera algo que pudiésemos comprar.

En definitiva, Es capital supone una reflexión sobre temas diversos: desde la política, la economía y el lenguaje, pasando por la situación de la mujer, la situación del ciudadano, y el paso de este a consumidor. Queda claro que en el debate está la respuesta y aprendizaje de las cosas. Esto lo sabe bien Cristina Lucas, quien mantiene su seña de identidad en el interés por aquellos factores que repercuten y condicionan a las personas, asegurando los artista de hoy como herederos de Picasso pues “desde el Guernica se inició el camino para conocer el arte como altavoz y pulso de la historia” (entrevista Sala Rekalde, On air, 2013).



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