viernes, 21 de febrero de 2014

Cronos devorador

Irene Gándara Ruiz

¿Qué relación podría existir entre números, tipos de rocas, una máquina demoledora y las ruinas de una casa? Esta es la pregunta que Lara Almarcegui quiere que te cuestiones al ver su última exposición individual, titulada Por debajo | Underneath. La conforma una pared en donde vienen descritas una serie de números que representan las cantidades de diversos tipos de rocas en la Isla de Spitsbergen y un vídeo a gran escala que reproduce sin cesar la demolición y el arrastre de escombros de una casa de un barrio en Dallas.

Es con estos dos proyectos dispares en su composición, con los que Almarcegui juega con el tema del tiempo y con él, la destrucción que con su paso arrastra. El tiempo, como algo que todo lo cambia y transforma, dejando rastros geológicos en un caso o un montón de escombros de algo que en su día fue de utilidad, querido o deseado.

Llegados a este punto en el que visualizas el pasado, presente y futuro como algo amorfo y efímero y al mismo tiempo agresivo. Y es ahí, cuando te planteas tu vida clasificada en una serie de números en negro sobre una pared blanca, que recuenta días, horas, fechas de momentos significativos, algunos serán “desconocidos”, es decir lagunas creadas por la embriaguez de la rutina, para dar lugar a un total de experiencias que acaban por condicionarte.

Por otro lado, Almarcegui retoma el discurso artístico sobre el espacio urbano, cotidiano, con un trabajo documental que reproduce la destrucción de una creación humana, con las mismas manos del hombre que en un día la levantó. Y así una y otra vez, ya que el vídeo no da tregua a descansos, igual que la voracidad del hombre. El vídeo es un testimonio del frenético cambio urbano que vivimos día a día y al que nos hemos adaptado. Aun así, Almarcegui te propone el abrir los ojos y fijarte en las ruinas y escombros que deja a su paso.     

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