jueves, 13 de febrero de 2014

BADIOLA: EL CONCEPTO DE LO HÍBRIDO

Andrea Martínez Orejana

Captando nuestra atención desde el primer momento, a través de los carteles pegados en la fachada de la galería Moisés Pérez Albéniz y con esa conexión desconcertante entre dos palabras que no tienen nada que ver la una con la otra, Txomin nos incita a entrar y como no, a preguntarnos de qué va todo esto. Aunque realmente resulta complicado de llegar a entender el mensaje que quiere transmitir, si previamente no conoces la trayectoria de este artista. Badiola empezó su carrera vinculada a la Nueva Escultura Vasca. Un grupo de diversos artistas que presentaban unas inquietudes semejantes y que sus obras tenían unas características comunes como el constructivismo de Oteiza, la integración de algunas ideas del minimal, la actitud del artista alemán Beuys o la escultura internacional actual, que combinaba materiales y planteamientos considerados antagónicos por las vanguardias anteriores. También reivindicaban un posicionamiento crítico hacia el formalismo, aspecto que podemos ver reflejado en la obra de Txomin Badiola. A diferencia de las tesis defendidas por el crítico estadounidense Greenberg, éste por otra parte, defiende un arte que no sea puramente estético y que esté vinculado con su tiempo (social y político).

En los últimos años, Badiola se ha interesado por la relación entre el lenguaje hablado y escrito como se pudo ver en el proyecto Primer Proforma 2010 realizado en el MUSAC y que volvemos a ver en esta exposición. Entelequia es la obra creada a partir de una gran pantalla metálica en la que se reproduce un texto hablado y traducido en varios idiomas, subvirtiendo el propio artista su significado original. En Capitalismo Anal, vemos restos de la enseñanza de su gran maestro, como referencias a sus propias obras. Oteiza fue uno de los artistas vascos más influyentes del arte español en el siglo XX. Esos vestigios se manifiestan en las esculturas construidas por finas chapas de metal con las que anteriormente estuvo trabajando ya Oteiza. Les Limites, es una pieza que por un lado, deja constancia de la huella en la enseñanza de Oteiza y por otro, recoge la herencia del collage cubista de Picasso al unir diversos elementos como fotografías, textos o materiales (madera, plástico y metal) configurándolo en un todo.

Capitalismo Anal, plantea un juego entre imágenes y textos demostrando de esta manera la complejidad de entender el lenguaje. La exposición se compone de dos partes: La gran pieza metálica de Entelequia y un conjunto de obras planas construidas en acero con impresiones y textos grabados, que deben tratarse a modo de esculturas y no como obras pictóricas. Estas piezas rompen con la noción que defiende el artista, al considerar que el arte no es imprescindible que  vaya acompañado de un texto, pero precisamente en esta exposición es más que necesario para poder interpretar cada una de sus esculturas. En cuanto a la expresión Capitalismo Anal, surge de la conversación entre la teórica de cine, Kaja Silverman y el cineasta, Harun Faroki, en relación a la película Week-end de Godard. Txomin lleva esta expresión a su terreno para denunciar en una galería la crisis por la que está pasando la cultura al insertarse en esa cadena de consumo que convierte rápidamente todo en residuo y que es propia de un sistema capitalista como el que impera en estos momentos. El arte se ha infectado por el capitalismo puesto que como él dice solo es valorado por la sociedad cuanto participa en este sistema. Dejando patente en los pósters, que forman parte de la exposición, la extraña relación que se produce en la cultura entre: Religión, Capitalismo y Excremental.


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