Sandra
Sainz García
La
exposición que nos propone Cristina Lucas en Abierto x obras, Es Capital, nos lleva al sistema actual
y la ideología que existe en torno al capitalismo y todo lo que comporta en
todo su esplendor y demagogia.
El
Matadero de Madrid acoge esta muestra en la antigua cámara frigorífica,
buscando así una relación entre lo que el artista nos muestra y el espacio que
lo contiene. A través de sus cuatro principales producciones vemos como el
capitalismo es algo hoy en día muy demandado como objeto de estudio y de
protesta por parte del mundo artístico en general. Quizás cada día más, ya que
vivimos en una sociedad que gira en torno a ello y en la que los parámetros establecidos
nos los imponen desde fuera.
Con
un juego de luces y sombras, Lucas propone así su exhibición para que el
público se sumerja de lleno en lo que quiere mostrar con sus proyecciones de
vídeo, fotografías u obras en papel.
Una
de las obras más características para ilustrar la exposición posiblemente sea Plusvalía, donde la autora a través de
los manuscritos de El Capital, uno de
los tratados más influyentes de política económica escrito por Karl Marx, nos hace
replantearnos el poder del trabajo y los beneficios que obtenemos por este,
siendo inevitable así una sociedad consumista y, por lo tanto, capitalista. Con
Montaña de Oro, obra basada en dos
fotografía de todo el oro que está almacenado actualmente en el Banco de España,
nos muestra como este ha ido cambiando su valor a lo largo de los años, siendo
uno de los metales más apreciados y que anteriormente servía para fijar el
valor de la moneda del país.
Una
de las más inquietantes y que hace replantearnos nuestra forma de vida es Capitalismo Filosófico, donde existe un
debate entre lo que las empresas nos intentan comercializar y las necesidades
que tenemos para consumir sus productos. Es decir, si vas a una clínica estética
obviamente siempre te van a sacar algún defecto físico, aunque no lo tengas o
no necesites cambiarlo, simplemente por el mero hecho de que ellos obtienen un
beneficio si tu lo corriges. Ahí entra a formar parte la ética de lo que
necesitamos para vivir, como necesidad de primera mano, o lo que necesitamos para
sentirnos mejor, creando así una sociedad consumista imparable que cada vez
quiere más.
Por
último, El superbién común, analiza
desde una perspectiva coherente el hecho de que la mayoría de la población
existente aspira a una forma de vida basado en un consumo muy superior al que
pueden llevar actualmente, pero con la contrapartida de la explotación de unos
recursos inexistentes o por lo menos no parcialmente viables a los que tenemos
en la actualidad, siendo su objetivo aumentar estos sin tener en cuenta la
capacidad de regeneración de la Tierra.
Por lo tanto, el capitalismo es
bueno para cualquier sociedad en tanto que genere unos beneficios y estos
sirvan como recursos, pero vivimos en un ambiente en el que siempre se quiere
más, sin tener en cuenta las capacidades económicas o viables de cada uno para
conseguirlo. Continuamente estamos recibiendo señales en las que se nos incita
a ello, sin valorar apenas o aprender a vivir con lo que tenemos, sin tener en
cuenta el “tanto tienes, tanto vales”. La exposición nos muestra el contexto actual
de una manera que nos puede hacer abrir los ojos y ser más conscientes, de un
mundo del que por desgracia, no nos podemos bajar.
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