Un Mundo Capitalista
Rebeca Gonzalo Velasco
Vivimos en
una sociedad en la que el capitalismo domina y dirige el mundo, tan solo
necesitamos ver cinco minutos de publicidad televisiva para darnos cuenta de
ello. En el siglo XIX Karl Marx escribía
su obra El Capital, uno de los
tratados de política económica más influyentes de nuestro tiempo, en el cual el
propio autor consideraba que el capital domina y condiciona el funcionamiento
de una sociedad. Cristina Lucas a través de su último trabajo, Es Capital, que se puede visitar en el
Matadero de Madrid, hace una reflexión sobre el capitalismo y la sociedad
consumista en la que vivimos.
A través de
cuatro obras, todas ellas realizadas a partir de video y fotografía, Cristina
Lucas hace que el espectador no pueda quedar indiferente ante lo que ve, todo
ello unido a una oscuridad reinante en la sala para que el visitante se centre
únicamente en las obras.
La primera
de estas obras se titula El superbién
común, en ella nos muestra una serie de personas orientales rodeadas de
toda serie de lujos, mostrando la idea de un sistema capitalista en el que todo
el mundo sueña con una vida de élite en un planeta que no tiene los recursos
suficientes para otorgarla, pero que cada día la sociedad en la que vivimos nos
hace desearlo.
Quizá la
obra más característica de la exposición es
Plusvalía donde la artista presenta los manuscritos de “El Capital” de Karl
Marx, que de forma irónica se han convertido en aquello que critican, siendo
muy alto su precio en el mercado. Lo siguiente que encontramos son dos
fotografías tituladas Montaña de oro,
donde vemos el tesoro almacenado en el Banco de España y que hacen referencia
al método que anteriormente se utilizaba para fijar el valor de la moneda de
una nación.
Pero la
obra que más llama la atención de la exposición es Capitalismo filosófico, compuesta por nueve instalaciones de video,
donde la artista realiza una serie de entrevistas a empleados de distintas
empresas que se benefician de una serie de conceptos que han sido
comercializados y que deberían ser más importantes que eso, como la muerte, la
belleza, la verdad, el miedo, el arte, etc. Conceptos de los que parece que
hemos olvidado su sentido, y con los que se comercializa sin darnos cuenta de
que van mucho más allá. De esta forma Cristina Lucas pregunta qué es la Muerte
para una empresa funeraria, para cuyos trabajadores la muerte sería algo
beneficioso, ya que viven de ella; o qué es la belleza para una clínica
estética.
De esta
manera, Cristina Lucas como en sus trabajos anteriores, a partir de la ironía
nos invita a la reflexión sobre el sistema capitalista en el que vivimos. La artista
desde sus inicios ha comprendido el arte como una forma de cuidar la cultura,
al principio sus obras se basaban en Performance derivando posteriormente al
empleo del video y de la fotografía como
forma de trabajo. En la obra de esta artista volvemos a ver esa idea del arte
como una lucha política y una manera de exponer los problemas de nuestro
tiempo.
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