viernes, 4 de abril de 2014

Pasado, Presente y Futuro

Pasado, Presente y Futuro

Rebeca Gonzalo


El tiempo es algo que siempre ha cautivado al ser humano. Es algo que está ahí, es visible a la vista de cada uno de nosotros pero a veces miramos hacia otro lado pensando que será más fácil vivir la vida sin prestar atención al paso del tiempo. El mundo, al igual que cada ser humano y que cada cosa, tiene un pasado, un presente y un futuro, y cada uno de ellos nos acompañaran a lo largo de toda nuestra existencia. ¿Pero cómo ha afectado este paso del tiempo a nuestro planeta?, ¿Alguna vez nos hemos parado a pensar sobre ello?

La artista Lara Almarcegui nos hace reflexionar con su obra sobre este paso del tiempo, sobre cómo afecta sobre nuestro planeta y sobre el territorio. Y es que como la propia artista indica, en sus obras “Busco lugares amenazados y a punto de desaparecer, por lo que la cuestión del tiempo es fundamental”. Lara Almarcegui es una de las artistas españolas con mayor proyección internacional.  Su obra en apariencia fría y minimalista, tiene un fuerte sentimiento y una fuerte crítica hacia el urbanismo. Esta artista siempre ha centrado su obra en la ciudad, centrándose principalmente en las ruinas y los descampados. En esta línea, realiza la Guías de Descampados que ha ido realizando en San Paulo, Ámsterdam o la ría de Bilbao, donde la artista muestra una idea de no intervención sobre el entorno y la hace alejarse del Land art con el que se le ha vinculado en algunas ocasiones.

En la galería Parra & Romero se encuentra su última exposición titulada Por debajo/ Underneath compuesta por dos proyectos: Casa Enterrada y Rocas de la Isla Spitsbergen. Una exposición compuesta únicamente por estas dos obras que en un primer momento hacen que el espectador no comprenda bien el significado de las misma, pero que si presta atención, especialmente a la obra Casa Enterrada, quedará sumergido en un ambiente y con un sentimiento como pocas obras son capaces de trasmitir. En Casa Enterrada nos encontramos ante un proyector que presenta un video en el que una casa situada en Dallas es destruida y sus restos comienzan a formar parte del propio solar en el cual fue construida, poco a poco una máquina va destrozando la casa hasta que queda convertida en escombros. El sonido de la maquina, de la casa al destruirse y de los escombros al juntarse con el suelo, unido con el silencio de la galería, crean una ambiente de despedida que hace que el espectador salga de la exposición con un sentimiento agridulce.

Por otro lado, la otra obra titulada Rocas de la Isla de Spitsbergen ha consistido en la identificación de las diferentes rocas de esta isla. Donde la artista recoge una lista de las distintas rocas donde vemos el pasado geológico de la isla pero también los cambios que se han producido debido a la actividad minera que es parte de la historia del lugar. Debido a los planes existentes de iniciar una nueva explotación minera en la isla, la artista quiere hacernos reflexionar sobre el futuro de esta, intentando dar una visión de la posible destrucción del territorio. En ambas obras, como señalábamos al principio, la artista nos hace reflexionar sobre ese paso del tiempo y sobre cómo afecta sobre el territorio.

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