Irene Gándara Ruiz
Ras Ras Ras… es lo que se escucha en la Galería Ponce + Robles, que en estos momentos expone la última instalación del artista Avelino Sala. Tras pasar más de 10min dentro de la sala, no puedes evitar hacerte la pregunta del nivel de insonorización de esas paredes y de cuanta paciencia disponen los que se pasen el día trabajando en esa galería, ya que una de las obras que conforman la exposición, es un audiovisual en el que se ve el minucioso trabajo de Avelino rascando la Declaración Universal de los Derechos Humanos en bolígrafos de la marca Bic, como símbolo de los clandestino. Ras Ras Ras… llega un momento en el que ya no sabes si Avelino Sala se cansó de los bolis y empezó a rascarte a ti, la cabeza. Rasca y rasca, para ver si el espectador-ciudadano, deja de ser no tanto un espectador pasivo, sino que despierte y piense sobre los acontecimientos socio-culturales que le rodean. Es decir, el arte como una vía alternativa a los medios de comunicación.
Al final, acabas en un estado de petrificación, al igual que la serie de piedras de las dos vitrinas de la instalación. Se trata de una pequeña y simple colección de piedras, que no se podría ni comparar con las grandiosas colecciones de imanes para la nevera que poseen muchas de las familias en la actualidad, para recordarse a sí mismos de todos los sitios en los que se ha estado, cada vez que uno abre la nevera para coger la leche. No es comparable porque Avelino, no busca una acumulación de recuerdos en estas piedras, sino una acumulación de hechos, una especie de archivo histórico petrificado de manifestaciones que se han llevado acabo alrededor de todo el globo y que Avelino las encierra en unas vitrinas de estilo Kitsch.
El Ras Ras Ras… de un principio, queda en segundo plano y en tu cabeza van creciendo cada vez más los gritos de “¡A las barricadas!”(Himno anarcosindicalista) al verte rodeado de adoquines, de quemas de banderas y piedras que representan manifestaciones de diferentes países.
Un vez más, vemos la misma línea que forman distintos trabajos de Avelino, en donde muestra una preocupación por la sociedad actual y en la que proyecta una serie de preguntas: ¿Quién genera la cultura? ¿Y hasta donde llega la censura de esta?, obra Censura en el 2010. A parte de estas dos preguntas, nos encontramos con la cuestión de: ¿Hasta qué nivel la sociedad está reprimida por los espacios mediáticos?, es decir, ¿El ciudadano se encuentra en una constante ingesta de “vómito cultural”? tema que muestra en la obra Culture en el 2008. Y por último, está el tema de la insalvable distancia entre la gente corriente y la clase con poder, que manipula (relación con la obra de la capa española y la soga), la información que vomitan los medios.
Esto me lleva de nuevo al tema del grito de “A las barricadas!”. Avelino insiste con su obra, en un despertar de la crítica social.
'La
Blackberry guiando al pueblo', DAVID VELA.

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